jueves, 20 de octubre de 2011

Adicción al Internet


Si bien socializar es un nivel básico de convivencia, en las autopistas virtuales puede llegar a convertirse en toda una “pesadilla” .

La compulsión por el uso de internet puede tener índices de gravedad tan altos o más aun que los que tienen un drogadicto, un alcohólico, un jugador o un depravado sexual. Lo podemos llamar “uso patológico de internet” ,donde encontramos un gran número de personas que se internan en romances, en datos, en cifras, en música y muchos otros aspectos de la vida que ofrece el ciber-espacio. En investigaciones norteamericanas los abogados especializados en familia, reportan cifras récords de divorcios relacionados con el cibersexo, también romances entre diferentes parejas.

Con el desarrollo de Internet han aparecido también los primeros casos de psicopatología relacionados con la red. El trastorno de dependencia de la red se ha conocido con muchos nombres: “desorden de adicción a Internet”, “uso compulsivo de Internet”, o “uso patológico de Internet”.

La tarea de definir lo que es la adicción a Internet es algo que ya de partida nos supone un problema. Con lo ya expuesto en el apartado anterior podemos decir que el uso de Internet (como cualquier otro comportamiento) es susceptible de crear una adicción en función de la relación que el sujeto establezca con ese uso.

Uno de los aspectos problemáticos es: ¿a qué se hacen adictos los adictos a Internet? ¿Es al contenido al que acceden o es al Internet en sí? Respecto a esto, utilizan el término de adicción al ordenador/Internet, y la definen como un fenómeno o desorden putativo que depende tanto del medio como del mensaje, sin inclinarse a favor de ninguno.

Un ejemplo de la problemática lo encontramos en la relación entre adicción al sexo y adicción a Internet. Un individuo que fuese adicto a las páginas de contenido sexual, ¿sería un adicto al sexo, a Internet, o a ambos? Exponen un caso clínico de adicción a las líneas telefónicas de party line y eróticas, señalando que se trata de una variante de adicción al sexo. En este caso nos sería difícil de entender que existiera una adicción al teléfono en sí.

Por otro lado, se señala la existencia de "adicciones tecnológicas", que se definen como adicciones no químicas que involucran la interacción hombre-máquina. Estas pueden ser pasivas (como la televisión) o activas (como los juegos de ordenador o Internet). Esta sería una modalidad de las adicciones psicológicas o conductuales, que a su vez incluiría a la adicción a Internet.
Varios autores han señalado que Internet podría ser, en la mayoría de los casos, solo un medio o "lugar" donde alimentar otras adicciones o trastornos (Ej. adicción al sexo, ludopatía o parafilias), aunque también señalan que existen casos de adicción a Internet por sí mismo.

Criterios diagnósticos para detectar si una persona es “adicta al internet”.

La primera persona que estableció criterios diagnósticos para la adicción a Internet fue el psiquiatra Iván Goldberg (1995) El estableció que estos criterios son los mismos que presentan las personas que abusan de sustancias.

Dichos criterios se estructuran en un breve cuestionario de ocho ítems:

1. ¿Te sientes preocupado con Internet (pensamientos acerca de la última conexión o anticipas la próxima sesión)?

2. ¿Sientes la necesidad de incrementar la cantidad de tiempo de uso de Internet para lograr la satisfacción?

3. ¿Ha hecho repetidamente esfuerzos infructuosos para controlar, reducir? ¿O detener el uso de Internet?

4. ¿Se ha sentido inquieto, malhumorado, deprimido o irritable cuando ha intentado reducir o detener el uso de Internet?

5. ¿Se queda más tiempo conectado de lo que inicialmente había pensado?

6. ¿Ha perdido o puesto en peligro alguna relación significativa, trabajo, oportunidad educativa o profesional debido al uso de Internet?

7. ¿Ha mentido a los miembros de su familia, terapeuta u otros para ocultar su grado de implicación con Internet?

8. ¿Usa Internet como un medio de evadirse de los problemas o de aliviar un estado de ánimo disfórico?

De acuerdo con estos criterios, se considera adicto si responde afirmativamente a 5 o más de los ítems anteriores y los síntomas no pueden ser mejor explicados por un episodio maniaco.

Aunque ha habido varios esfuerzos centrados en detectar la Adicción a Internet tomando como criterio el excesivo uso de la red, parece haber quedado claro que este no es un criterio válido para el diagnóstico. Muchos individuos, por razones de trabajo o estudios, deben pasar muchas horas conectados, delante del ordenador, pero eso no les convierte automáticamente en adictos.

La mayoría de las personas que pasan mucho tiempo conectados, lo que podría parecer una adicción no es sino el proceso de aprender lo máximo posible en poco tiempo.

Debemos por lo tanto centrarnos en las consecuencias negativas que tiene la dependencia de la red, en definitiva ¿qué es lo que lleva a una persona a buscar ayuda para terminar con su adicción a la red? ¿Qué síntomas negativos experimenta? ¿Qué disfunciones encuentra el adicto en su vida a causa de su uso de Internet? ¿Que motivaciones impulsan a la persona a estar en línea y/o visitar determinadas paginas web? ¿Qué necesidades satisface al estar conectado durante un periodo prolongado de tiempo a la red?

Efectos negativos

Uno de los aspectos que diferencian a una adicción psicológica de una adicción química es que la primera no tiene las terribles consecuencias físicas negativas que puede tener esta última. Aun así, en el caso de la adicción a Internet también se han señalado alguna consecuencia, sobre todo las derivadas de la privación de sueño ). La privación de sueño se produce por la inhabilidad del adicto a cortar la conexión, permaneciendo despierto hasta altas horas de la madrugada, lo cual podría dar lugar a fatiga, debilitación del sistema inmunitario y un deterioro de la salud. También el deterioro de las relaciones humanas (intra e interpersonales) entre los adictos a internet y por ultimo el ciberbullying o Ciberacoso es el uso de información electrónica y medios de comunicación tales como correo electrónico, redes sociales, blogs, mensajería instantánea, mensajes de texto, teléfonos móviles, y websites difamatorios para acosar a un individuo o grupo, mediante ataques personales u otros medios. Puede constituir un delito penal. El ciberacoso es voluntario e implica un daño recurrente y repetitivo infligido a través del medio del texto electrónico. Según R.B. Standler[1] el acoso pretende causar angustia emocional, preocupación, y no tiene propósito legítimo para la elección de comunicaciones. El ciberacoso puede ser tan simple como continuar mandando e-mails a alguien que ha dicho que no quiere permanecer en contacto con el remitente. El ciberacoso puede también incluir amenazas, connotaciones sexuales, etiquetas peyorativas (p.ej., discurso del odio). El término ciberacoso fue usado por primera vez por el educador canadiense Bill Belsey.

Es evidente que Internet está produciendo un rápido cambio en las costumbres y estilos de vida de las personas, ya que en cierto sentido está modificando la forma en que nos relacionamos unos con otros. Se examinaron el impacto de Internet sobre 169 personas en 73 hogares, encontrando que un alto uso de Internet estaba asociado con un decremento en la comunicación con los miembros de la familia en el hogar, un decremento en el tamaño de su círculo social y un incremento en su depresión y soledad. . Sin embargo, existe aún mucha controversia sobre si la depresión es la causa o el efecto de la adicción a Internet, se produce un ciclo en el que la soledad y la depresión alimentan el uso del ordenador/Internet, y esto lleva a una mayor soledad y depresión. Esto se explicaría por una conducta compensatoria según la cual la actividad de los usuarios se incrementa a medida que aumentan sus sentimientos de incomunicación.

El medio en el que se desenvuelve la adicción acarrea también una serie de cambios psicológicos negativos, consistentes en alteraciones del humor, ansiedad o impaciencia por la lentitud de las conexiones o por no encontrar lo que se busca o a quien se busca, estado de conciencia alterado (total focalización atencional), irritabilidad en caso de interrupción, incapacidad para salirse de la pantalla, etc.

Los problemas surgidos de la dependencia trascienden el ámbito de lo interpersonal. Desde un punto de vista sistémico, los efectos negativos de la adicción se expresan en los ámbitos familiar, académico y profesional. El adicto se aísla del entorno y no presta atención a otros aspectos de las obligaciones sociales

Es un hecho que Internet está produciendo grandes cambios, pero también hay que señalar que para la mayoría de las personas Internet es una herramienta que trae grandes beneficios. La pregunta que debemos hacernos es: ¿cómo es posible que una tecnología que para la mayoría es beneficiosa se convierta en adictiva para otros?

Mecanismos explicativos
El proceso por el cual una persona se convierte en adicto es siempre una interacción compuesta por una variedad de factores: características de personalidad, cultura, familia , entorno social que lo hacen vulnerable al mismo.

Los intentos de determinar las causas de la adicción a Internet deben de tener en cuenta que la conducta problema se desarrolla en un contexto virtual que no tiene por qué seguir las leyes del mundo real.

Las cualidades del Internet que parecen contribuir al potencial de la adicción están relacionadas con la velocidad, facilidad e intensidad de la información a la que el usuario tiene directamente acceso.

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